Misterio en Haven Manor by Kristi Ann Hunter

Misterio en Haven Manor by Kristi Ann Hunter

autor:Kristi Ann Hunter [Hunter, Kristi Ann]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Histórico, Romántico
editor: ePubLibre
publicado: 2018-05-31T16:00:00+00:00


La última vez que Graham había ido de pícnic había mesas y sillas, manteles, vajilla fina y un sirviente pendiente de que ninguna copa de vino estuviera vacía.

Pero aunque este solo contaba con varias mantas extendidas sobre una alfombra de hierba, que tenía que llenarse él mismo el vaso de limonada y que la mayor parte de la comida se limitaba a cualquier cosa que cupiera en un trozo de pan, se lo estaba pasando mucho mejor.

No le había resultado muy difícil organizar a todos para poder sentarse al lado de Kit. La mayoría de los niños jugaban a subir y bajar con aros por la colina, parándose de vez en cuando en las mantas para llenarse la boca con todo lo que pudieran alcanzar. Después de comer, Daphne se había colocado en el centro del alboroto para asegurarse de que ninguno de los pequeños chocaran entre sí y Jess estaba apoyada contra un árbol, con los ojos medio cerrados, como si estuviera considerando dormir la siesta bajo el cálido sol de la tarde.

Graham empujó una tartaleta en dirección a Kit.

—Pruebe una. Están deliciosas.

Ella tomó una y desprendió una pequeña porción del borde.

—¿Qué hacía en el bosque hace dos días?

Le sorprendió que hubiera tardado tanto en hacerle esa pregunta. Hasta donde podía saber, por esos lares solo había unas pocas granjas, probablemente habitadas por personas demasiado ocupadas como para preocuparse por una casa en medio del bosque.

Separó un trozo de su propia tartaleta, observando a Kit detenidamente para ver cómo reaccionaba a su respuesta.

—Estaba buscando a Henry.

La vio contener el aliento mientras tomaba el bocado. Se esforzó por disimular una sonrisa. Le encantaba sorprenderla. El toque de color que bañaba sus mejillas era adorable.

—¿Henry? —jadeó ella.

Él hizo un gesto de asentimiento.

—Conocí a un jovencito llamado Daniel en una tienda del pueblo. Me habló de su amigo Henry, que vive en los árboles en la zona norte de Marlborough. —Se encogió de hombros—. La curiosidad me pudo.

—Oh, Daniel. —Una leve risita acompañó el movimiento de cabeza de Kit—. ¿Y eso es todo lo que necesitó para quedar atrapado al otro lado del río Og? ¿La curiosidad por las divagaciones de un niño de seis años?

—¿Tiene seis? —preguntó él, evitando mencionar que había estado intentando averiguar si el padre del niño tenía algún tipo de conexión con la desaparición de Priscilla—. Me pregunté cuántos tendría. No he pasado el tiempo suficiente con niños como para hacer muchas conjeturas sobre sus edades.

—¿No tiene hijos?

—No estoy casado.

Ella se quedó mirando un instante a la cañada, a los niños corriendo y riendo.

—Para algunos eso no es ningún impedimento.

No quería verse arrastrado a una conversación sobre niños. Quería saber más sobre ella. Por desgracia, tendría que usar a los pequeños para conseguirlo. Prefería pensar que pronto llegaría el día en que no tendría que recurrir a tales tácticas, pero el problema era precisamente que se estaba quedando sin días.

—¿Cuánto tiempo llevan cuidando de Benedict?

—Doce años. —Kit soltó un suspiro—. Él fue el primero. Me cuesta creer que ya es prácticamente un hombre.



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.